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viernes, 30 de octubre de 2009

Pablo Ager en el BCN8 (27-10-2009)

De Las cosas de Antoine




La cosa sucede un poco como en “El Café de Nicanor” que Sabina describió con tanta guasa. Llegas al BCN8 y allí está Nico, con su enorme sonrisa, esperando que cruces su mirada para complacerte y darte un gran abrazo. Cualquiera diría lo que fue para él y para mí el último mes. Teníamos tanto que decirnos que no nos hizo falta abrir la boca… Al fondo, el “Selenita” Jerez, un ejemplar admirable, divertido, sabio y tierno (que no se entere que creo que lo es…). A la entrada, David, el tipo con mirada más noble que jamás me he cruzado. Con sus dudas, sus necesidades, interrogantes ajenos que le afectan y el corazón latiendo hasta no parar de ofrecerse. Y también estaban las Goizueta, “madrinas” del blog del bar, elemento indispensable para que cualquier concierto merezca la pena… Limón del Gin Tonic, cigarrito con el café, aroma sutil de cualquier flor... Con las Goizueta, siempre cercanas y amables, un concierto renace, revive y se transforma…


…Y subidos al escenario, Pablo Ager y César Valencia, dos grandes músicos…


Menuda mezcla de sensaciones. Primero las que llegan con los acordes de Pablo, a quien ya psicoanalicé (ejercicio que practico con frecuencia) meses atrás. Pablo es brillante, genial y elabora una música que mejora con su proyección y finura. Junto a César Valencia, Pablo se hace aún más cálido y cercano. Como llego a medio concierto, no disfruto de su capacidad de hacer cómodo el aroma del tiempo en su requiebro, pero sí me alcanza para disfrutar de un buen puñado de sus canciones, que se entregan resaltadas y de forma apasionante. Incluso titulo una a la que su creador aún no ha puesto nombre propio. Y ya me da igual el que utilice en su bautismo. Para mí se va a llamar siempre “Principio y fin”. Es nueva, es muy buena. Y si cometen la cordura de obviar esta crónica, pueden hallarla más abajo…


Segunda sensación extraña, la de todo lo sucedido en este bar mientras me dedicaba a ser Feliz y me perjuro para serlo paulatinamente gracias a “los ojos más bonitos de la sanidad”. Sensación contundente y propósitos de quedarme para siempre. Ganas de volver a sentir música en directo en el lugar al que más amo precisamente por el deseo de tantos de esperarte, de compartirla y de no parar de hacerlo en adelante…


Y gracias a ello, volvió un nuevo ratito al BCN8. Y de nuevo con una deuda de gratitud a Pablo Ager, que fue el primero (y afortunadamente no el único) que me regaló su disco. Y que hoy ha propiciado un reencuentro que vuelve a fijar fechas en el calendario de guitarras. Detrás de él, peticiones del oyente y sugerencias de los cantantes para no perderme ésta o aquella noche. Composiciones, deseo febril de regresar junto a esos ojos por los que he perdido el menos común de los sentidos, conciencia de “impasse”, y dulzura, mucha dulzura. Porque joder, el mundo al lado de una dama como la que se apresta a vivirlo regalándome su mirada, es ante todo dulce…


De nuevo Pablo Ager en “Ópera Prima” y abriendo una puerta hacia el futuro. Y yo, además de agradecido, incapaz de dejar escapar un solo acorde de “Desmejorado”, de “Miss Utopía” o de ese nuevo “Principio y fin”, que pido que se llame así para acentuar el símbolo de lo que representa esta noche de reencarnación en mi acento de suspiros en el BCN8, un lugar que al no ser de nadie, es de todos. Y en donde el corazón recupera su cosquilleo sin temblores ni “by pass”...


Os dejo algunos videos:









miércoles, 28 de octubre de 2009

Pablo Ager, el chico de "Incierta memoria"

De El mar de la vieja sirena


Hay ocasiones, de vez en cuando, en las que conozco al músico antes que a su música, a la persona antes que al cantante, al escritor antes que al libro, al artista antes que a su arte. Me gusta cuando ocurre así porque me evita la creación de una imagen, muy a menudo distorsionada, no digo mejor o peor, pero sí distinta, de como es la persona en realidad (Mi imaginación es poderosa). Hay gente muy audaz en el escenario que es muy tímida cuando se baja, cantantes muy callados que cuando se suben al escenario se convierten en auténticas estrellas, muchos que cantan a un "Amor" que sólo veneran en sus canciones, otros que fingen ser muy "canallas" y luego sólo andan buscando cariño... Es cierto que si se mira con atención siempre se descubre la verdadera personalidad del autor en su obra, pero no siempre se sabe mirar. El caso es que yo a Pablo Ager le conocí como persona antes que como cantante, aunque esta afirmación tampoco es del todo real. Para ser sincera, le había escuchado alguna vez, pero hasta ahora no le había prestado el interés que sin duda merece, no por falta de ganas, más bien es que hay tanta música por escuchar, tantas canciones que disfrutar, que no me llega el tiempo para todos mis descubrimientos y para todas las recomendaciones que me hacen.
El destino, caprichoso, quiso que compartiésemos algunos amigos en común, entre ellos el cantautor Carlos de Abuín, en cuya fiesta de cumpleaños coincidí con el señor Ager, que da la casualidad que tiene un excelente sentido del humor, cualidad que yo aprecio mucho. Hablamos y hablamos, cotilleamos, nos reímos, y me regaló "Incierta memoria", su disco. Lo escuché y me sorprendió muy favorablemente. Por eso, ayer no desaproveché la oportunidad de escucharle en directo en mi querido Barcelona 8. Y es aquí cuando cobra sentido la parrafada anterior sobre la personalidad de los artistas, porque en el caso de Pablo comprobé que es igual cuando se sube al escenario que cuando se baja, la misma media sonrisa como intentando disimular un ataque de risa o un chiste con ganas de ser escuchado, la misma forma de comentar las cosas, la misma persona, pero un poquito mejor porque encima canta y lo hace bien. Y además, sabe elegir a los amigos y a los músicos, que es otra gran virtud, por eso ayer en el concierto había mucha gente interesante, algunos conocidos y apreciados por mi, otros conocidos en el momento y alguno hasta "reconocido" por fin en directo después de "conocernos" por otros cibernéticos medios. Los conciertos así ya parten de un buen principio y si se rematan con un guitarrista espectacular como César Valencia y las buenas canciones de Pablo, se convierten casi en una fiesta.
No puedo comparar este concierto con otros, por ahora es el primero, pero sí puedo decir que me gustó lo suficiente como para convertirlo en principio de una lista larga. Creo que Pablo es de los que enganchan, de los que poco a poco te van atrapando y cuando te das cuenta no hay vuelta atrás, te has convertido en fan, en el sentido no ridículo de la palabra. Ya desde el principio sé lo que va a ocurrir, las canciones con más vocación de "greatest hits", como "Orgasmo universal", "Miss Utopía" o "Desmejorado" me cautivan ahora y luego irán haciendo sitio a otras sin por eso abandonar su lugar.
Me gusta el directo de Pablo y me gustan su voz rockera y sus letras con cierto "toque" americano. Una vez más os digo que no me pidáis definiciones porque eso está en contra de mis principios, ¿Cantautor? Canta lo que compone, pero está lejos de ser un cantautor clásico, está mucho más cerca de Quique González que de Marwan. Una vez más solamente puedo decir que le escuchéis, que merece la pena... y mucho.

Su Web y su Myspace

*Gracias Sanaa por la foto

domingo, 25 de octubre de 2009

Lolita Jazz, de nuevo fiesta en casa

De El mar de la vieja sirena

El 23 los Lolita Jazz pisaron de nuevo el escenario del Barcelona 8, la casa del gran Jorge Velo & compañía. Jorge es una de esas personas coronadas por un aura de simpatía que hace que siempre sea un placer su presencia. Por eso, si algo había el en el bar ese día eran amigos, amigos sobre el escenario y amigos que disfrutábamos de su música. En este caso, acompañado de Pol Rodríguez, con su polifacética e increíble voz y de los otros tres musicazos encargados de poner batería, bajo y teclados a Lolita Jazz. Unas tres horas de música a todo volúmen llena de clásicos del Rock&Roll y de grandes de la música española. Sonaron canciones de los Rolling Stones, Quique González, Radio Futura, REM, Antonio Vega, Los Secretos, Van Morrison y de otros muchos.
Los Lolita Jazz bordan las versiones, son capaces de darles su "toque" sin por ello desvirtuarlas y eso es todo un arte que no muchos consiguen.
Lo dicho, un enorme placer haber podido presenciarlo, como siempre.

*Y una vez más, gracias Jorge, por todo.