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miércoles, 30 de diciembre de 2009

Funambulista y David Moya, Madrid se llena de música con sabor a Murcia


Lunes y martes, 28 y 29, dos noches con sabor a Murcia en Madrid, dos noches llenas de Diego Cantero, Funambulista, una de ellas con otro murciano de futuro/presente madrileño, David Moya, otra con gallego medio enraizado aquí, Andrés Suárez.
Cuando me enteré de que Diego Cantero venía a Madrid dos días seguidos, tuve que tomar la difícil elección de elegir uno de los días, no se puede ir a todo, aunque a veces apetezca y casi se consiga, y la elección era complicada entre David Moya y Suárez, entre el Barcelona 8 y el Libertad 8. Tanto pensar no sirvio de nada, aunque ganaron David y el Barcelona 8 la tentación fue demasiado grande y estuve en los dos conciertos.
Al primero fui con premeditación, alevosía y muchas ganas. Solamente había visto una vez en directo a Diego Cantero, hace ya mucho tiempo, en un concierto compartido con Marwan en el que descubrí su música y, desde entonces, sus canciones siempre han estado conmigo. Después, por unas cosas u otras, no le había vuelto a ver y lo tenía como una espinita clavada, y es que a mí, que me drogo con música en directo, no me es suficiente con una vez, ni los discos, por mucho que me gusten, me llenan tanto como los conciertos.
He de decir que si ya en aquella lejana ocasión Diego Cantero me dejó impresionada, esta vez fué más allá, consiguió impactarme desde el primer momento con esa voz tan característica que gasta, sus letras, sus melodías... y esa perfecta compenetración que tiene con David Moya, otro de mis preferidos en los últimos tiempos, que esa noche estaba radiante y nos hizo disfrutar mucho en su parte del concierto.
Presentaba esa noche Funambulista un EP que ha grabado como adelanto de su próximo disco, que saldrá en febrero y que intuyo será uno de mis discos preferidos del 2010. David Moya también está a punto de sacar disco, pero de momento sigue presentando "Revelado/Rebelado", un discazo altamente recomendable.
Ambiente perfecto en el Barcelona, mucha gente, algunas caras conocidas, todo el mundo disfrutando de estos dos grandes artistas y amigos, un postconcierto en buena compañia y, de postre, un interesante paseo de descubrimiento por un Madrid al que apenas se le notaba la lluvia.
Y al día siguiente, aunque tenía mil cosas que hacer, conseguí llegar a tiempo al Libertad para volver a ver a Diego, esta vez con Andrés Suárez y mil caras amigas y queridas entre el público. Por suerte, aún quedaban un par de entradas.







Para saber más:
Web de Funambulista
Web de David Moya

jueves, 10 de diciembre de 2009

Paciencia, poesía, Paco Cifuentes...



Foto.- Gonzalo Jerez "El Selenita". www.elselenita.com


En ocasiones, el talento y la capacidad infinita de embriagar se apoderan del creador. Sucede de forma aleatoria, sin que necesariamente se den unas condiciones ni un determinado estado de cosas. No hace falta atizarse rones como agua de Cazorla ni sales que forjen la dominante inspiración. Sencillamente, ocurre como un suceso, igual que un macetero que se cae cuando nadie pasa o que pudo caer cuando yo pasé bajo la ventana. La diferencia no es el azar, sino un vaso que se llena porque la enormidad rebosa en los poros de su tesoro. Esta noche, algo así o parecido es lo que le ha ocurrido al mejor de los cantautores entre poetas, al bonsai más delicado que emerge entre pentagramas: Paco Cifuentes. Don Paco…

Escribo mientras el Media Player del ordenador, al azar, reordena sus canciones como pensamientos volcados y profundos. No puedo elegir más ninguno de ellos. No me pidan que lo haga… Sería un sacrilegio profano irremediable escoger entre uno sólo de los hemistiquios, decantarse por un cuarteto o tener que rechazar la profundidad ofrecida de uno solo de sus estribillos a cambio de extasiarme con alguno de sus misterios volcados en cascada. Imposible sentir más una oferta de “estar vivo pasando medio desapercibido” frente a otra que sugiera que “la vida es todo el rato esta alegría y tristeza al mismo tiempo”. Antes dimito para siempre de estos escritos que recomendar “Aliviados” ante “Nueve velas” o viceversa. Antes el azar tremebundo meciéndome entre peñascos que abjurar de algo del todo…

Esta noche, Paco Cifuentes ha estrenado “La vida aparte” en el Barcelona 8. Lo ha hecho con un concierto breve, ofrecido en poco más de una hora, de esos que revientan los sentidos. Como Paco es valiente y brillante, el “bis” ha sido una infusión “a capela” de esas que arreglan el cuerpo. Y que ha provocado un estallido unánime de manos rompiéndose como hace poco que no lo había en un bar por otro lado bastante acostumbrado a rendir homenajes a los mejores que lo frecuentan…

Paco tira de su “p” para apoyarse en sus dos virtudes: la poesía y la paciencia. La poesía, ya saben, porque la lleva en las venas. No pueden ni imaginar el tremendo pareado que me ha dejado en su dedicatoria. Le pediré permiso para que el próximo blog, cuando éste ya entregue sus armas, tome prestado su texto. Paciencia porque Paco pudo haber presentado hace tiempo el disco, pero como buen alfarero, quiso destilarlo un poco más, darle otra vuelta, aguardar a que macerara y entregarlo en su punto justo. Cualquier creador que tiene algo listo, calienta el horno poco antes. Pero Paco ha cocinado el disco a mano, sin ámbages, ni colorantes, ni elementos artificiales. Todo natural… Y lo natural en él es un verso mejor que el de ayer. Así que imaginen los versos que pueden salir tras 6 meses mejorando cada tercio.

Además, Paco se revela como un dibujante genial, con una maravillosa portada obra propia, que unida a la caratula del CD crea una imagen semi abstracta en la que reconocemos una mirada hundida, penetrante y también reflexiva. Yo diría que es un autorretrato, pero tal vez sea su deliciosa Amparo que le ampara. Quién sabe…

A su lado, Alejandro Martínez, que ya prepara ese episodio del 4 de diciembre que hará sonar música de la buena en Barcelona. Y que en diciembre pasa palabra en el Barcelona 8 convencido de que enero renovará nuestro deseo. Al cajón, Miguel Ballester, un murciano afincado en Cataluña que vive de ser profesor de batería y hoy ha exprimido los mejores golpes de cajón. Y entre el público, otros adorables como Quique González, con renovada imagen y confirmada cercanía; Fito Mansilla, que la semana que viene prepara un nuevo asalto al Libertad 8; y un buen número más de aquellos que adoran a Paco, el tipo de la paciente poesía…

Ahora llega el momento de que Paco relumbre en lugares como Gijón y Barcelona con el mismo fulgor que esta noche en su otra casa. Y a los de aquí, nos toca aguardar hasta el 25 de marzo en “La Boite”, cuando todo recobrará la dulzura especial que le dan a las cosas los poetas. Mientras tanto, toca suspirar y relamerse. Esta es una “crónica entre alcohólicos”, afincada al borde mismo del éxtasis…

jueves, 3 de diciembre de 2009

Celtic Maze: noche celta en el Barcelona 8

De El mar de la vieja sirena

La música celta siempre me ha parecido una música soñadora, evocadora de otros lugares y hasta de otros tiempos. Es una música que tiene la capacidad de cambiar el estado de ánimo. Siempre me ha resultado fácil engancharme a sus melodías y dejarme llevar hasta un mundo que huele a leyendas y mitos, a bosques, a druidas, a elfos, a árboles mágicos, a bardos contando la Historia convertida en cuento, a la alegría desatada de las tabernas de los hobbits "tolkinianos", a las fiestas gallegas, al verde irlandés, a los cuadros de los kilts escoceses y también a antiguo, a Arqueología, a torques, a castros, a las preciosas fíbulas celtas... Es una música viva de raíces profundas que no suele dejar indiferente a nadie y que ayer tuvimos la suerte de disfrutar en el Barcelona 8 gracias a Celtic Maze, un proyecto del acordeonista Jacinto Martínez (al que conocía como integrante de "La Banda del viernes", que es la banda de MensO) y tres grandes músicos más, el flautista Xurxo Ordóñez, la violinista Phil Skillman y el genial Mario Raya (MensO) a la guitarra.
Los cuatro, como hábiles alquimistas del sonido, convierten las notas en fuego, en agua, en bosques y en cuentos, sin necesidad de voces, solamente usando el enorme poder evocador de su música.
El público a ratos melancólico y a ratos poseído por el espíritu festivo que incitaba a bailar, nos entregábamos en todo momento a esa preciosa música que nos entraba por los oídos y nos llegaba al corazón
La mejor manera de describirlo es con un vídeo. Son dos temas encadenados, "Valle de Tobalina" y un "Pequeño cuento celta", la imagen no es muy buena, pero se escucha bastante bien.