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lunes, 14 de septiembre de 2009

M.A. Bueno y Aparici, fantásticos en el BCN8

De Las cosas de Antoine

Hace semanas que El Selenita me advertía de que esta noche podía ser realmente especial y me invitaba insistentemente a sacudirme la pereza de un domingo por la noche para conocer a Xavi Aparici y Miguel Ángel Bueno. Es difícil seguir todas las recomendaciones que recibes sobre músicos y casi imposible comprometerte siempre a estar el día en que tocan. Pero las recomendaciones “selenitas” vienen de alguien que ha sido “cocinero antes que fraile” y cuya opinión valoro de forma especial, así que acompañado de David, esta noche en el BCN8, junto a un buen puñado de público que también ha intuido que merecía la pena sacudirse la pereza, he disfrutado de una magnífica demostración de dos músicos con todas las letras.
El caso es que Aparici y Bueno, que son grandes amigos, resultan completamente diferentes entre sí. Tanto, que es difícil que no cubran un amplio espectro de gustos y al final, alguna de sus canciones termine por secuestrarte. Por diferencias, las hay hasta en su físico. Miguel Ángel Bueno, regordete, tierno, generoso y con letras realmente emocionantes. Aparici, a lo “latin lover”, con barba de la moderna, ojos azules que desafían corazones, juego de pedal y un estilo más británico y atrevido. Ambos capaces de llenar el escenario de forma solvente y completa. Ambos geniales cuando en el tramo final, ofrecen dos de sus canciones juntos…
El estilo de Miguel Ángel Bueno es el que más se asemeja a un cantautor. Da gusto disfrutar de sus melodías y letras. Y da aún más cuando de una melodía sencilla, saca una letra grandiosa que engrandece a ambas. Recomiendo de forma especial una canción: “El hombre de hojalata”, capaz de hacernos perder el corazón a quienes hace mucho tiempo perdimos el rumbo y andamos un tanto cansados de buscarlo. Y geniales son también su “No es por aquí” (cuyo video de esta noche pongo a vuestra disposición) y “Cumple promesas”, llena de giros muy interesantes.
De Xavi Aparici destaca sobre todo su juego de pedal. No abusa, pero cuando lo utiliza, lo hace de forma valiente y acertada. Xavi tiene canciones que por fuerza algún día tendrán que gustar a los productores. Porque las de Miguel Ángel ya lo han hecho con Pancho Varona y Antonio García de Diego, que ya es apuntar alto, así que el siguiente paso adelante ha de estar al caer. Para quienes deseen conocerle mejor, atención especial a “Incendio” (podéis ver su interpretación de esta noche más abajo) y “Calle Buenos Aires”, que es también una demostración preciosa de la contundencia de los golpes de soledad y de la obligación de hacerles frente…
Celebro de corazón haberme animado a estar hoy junto a un informático (Xavi) y un técnico de radiodifusión (Miguel Ángel) que tienen talento para triunfar, siguen peleando por hacerlo y que además han llegado a este fin de semana en Madrid henchidos de ilusión. Fito Mansilla, otro tipo excelente con 7 años de empuje musical y que ya ha logrado vivir de la música, ha sido otro de sus “mecenas”. Y genial la interpretación que David Negrín (“Perro Flaco”) ha hecho de su “En mi casa hace sol”, con un estilo que recuerda sin duda al gran Calamaro. Lo mejor de seguir el mundo de la música en los bares es que se disfruta a fondo. Se hace con aquellos que hace tiempo rindieron tu devoción. Pero también de forma novedosa e ilusionada con aquellos a quienes se descubre por primera vez y sobre quienes tus palabras tienden a emocionarse. En el caso de Miguel Ángel y Xavi, que con generosidad me han regalado su disco, el “shock” ha sido feliz, profundo e intenso. Gracias siempre por su música... Y feliz viaje de regreso a Barcelona…








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